Una ceremonia muy especial
Definitivamente la boda de Graciela y Hugo fue una montaña rusa de emociones para todos los invitados y para nosotros también, unos pocos días antes Hugo se puso en contacto con nosotros para explicarnos que tuvieron un accidente domestico cocinando, y que habían tenido que acudir a urgencias por que Graciela se hizo un corte bastante profundo en la mano. Este inconveniente obligó a Graciela a cambiar su vestido de boda de último momento, ya que no le entraba por la escayola que tuvieron que ponerle debido al corte. Este detalle se hizo notar el día de la boda, Graciela hizo esperar a Hugo y a todos los familiares e invitados un poquito más de la cuenta ya que vestirse con una escayola no tuvo que ser para nada fácil; para que ningún otro posible inconveniente pudiese entorpecer el transcurso de la ceremonia, Hugo, que a medida que pasaba el tiempo, se ponía cada vez más nervioso, trató de dirigir lo mejor posible a cada uno de los familiares que iban a recibir y a acompañar a Graciela al altar. Llegado el momento, todo lo sucedido quedó atrás y pudimos disfrutar de esta maravillosa ceremonia en el Castillo de la Duquesa, situada en Manilva a escasos metros de la playa.
Fue un verdadero privilegio poder asistir a esta maravillosa ceremonia, en la que nos sentimos acogidos desde el primer momento y fuimos como uno más de vosotros.